La Comisión Nacional del Agua (Conagua) encendió las alarmas ayer respecto al abasto de agua en Nuevo León, ante pronósticos poco alentadores de lluvia. Según el organismo federal, en los próximos tres meses se espera una disminución de hasta un 17 por ciento en las precipitaciones, lo que podría agravar la situación en la entidad.
Luis Carlos Alatorre, gerente regional de Conagua, advirtió que durante los primeros cuatro meses del año las precipitaciones han estado por debajo del promedio, y esta tendencia continuará en mayo, junio y julio. A pesar de que estos meses son tradicionalmente los más lluviosos, los pronósticos no son alentadores.
En mayo se estima una lluvia un 5 por ciento menor al promedio histórico, con una cantidad estimada de 61.3 milímetros. En junio, se prevé una disminución del 17 por ciento, con unos 58.6 milímetros, mientras que en julio la lluvia estaría un 13 por ciento por debajo del promedio, alcanzando unos 58.5 milímetros.
“Con esta información y dada la consistencia de los pronósticos de precipitación”, destacó Alatorre, “hacemos un llamado a las instituciones y ciudadanía a ser corresponsables y hacer un uso más racional del agua”.
Durante los primeros cuatro meses del año, se han registrado 69.7 milímetros de precipitaciones, muy por debajo de los 99.3 milímetros del promedio histórico para este periodo.
Además, Alatorre señaló que en el último año el almacenaje de las tres presas en Nuevo León ha caído un 21 por ciento, sumando un almacenamiento total de 436 millones de metros cúbicos, que representan el 30 por ciento de su capacidad máxima ordinaria.
Actualmente, la Presa El Cuchillo tiene 400 millones de metros cúbicos almacenados; Cerro Prieto, 20.9 millones, y La Boca, 15 millones.
Ante esta situación, es urgente que tanto el Gobierno estatal como los ciudadanos adopten medidas para hacer un uso más eficiente y racional del agua, con el fin de evitar una crisis en el abasto hídrico de la región.
