Nuevo León experimentó un fin de semana extremadamente violento, liderando las estadísticas nacionales de homicidios. El sábado, el estado registró nueve asesinatos, la cifra más alta de muertes violentas en el país ese día, y el domingo la violencia aumentó con 13 homicidios, convirtiéndose en el día más violento del año para la entidad. Entre los incidentes más destacados estuvieron el asesinato de tres hombres en una boda en Zaragoza, la ejecución de un hombre en Escobedo, y el hallazgo de dos cabezas en un mercado rodante en Monterrey.
Este repunte de violencia ocurre una semana después de las elecciones del 2 de junio, que marcaron el final del proceso electoral. El Secretario de Seguridad Pública estatal, Gerardo Palacios Pámanes, había atribuido el aumento de la violencia al periodo electoral. Hasta el 9 de junio, Nuevo León contabilizaba 695 homicidios en lo que va del año, el nivel más alto para este periodo desde 2012, cuando la guerra contra el crimen organizado agravó la inseguridad en el estado.