Extinción del PRD marca el fin de una era en la política mexicana

Tras 35 años de historia y liderazgo en 21 entidades, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se extinguió al no alcanzar el 3% de la votación en las elecciones del 2 de junio, quedando con solo el 1.9%. Esta derrota, incluso con alianzas con PAN y PRI, marca el fin de la izquierda mexicana comunista. La pérdida del registro implica la desaparición de su personalidad jurídica ante el INE y la obligación de sus dirigentes y candidatos de cumplir con las normativas de fiscalización antes de su completa extinción.

El PRD enfrenta no solo la pérdida de su registro federal y en más de 15 estados, sino también una severa crisis financiera, con cuentas congeladas desde octubre de 2023. Según la Plataforma Nacional de Transparencia, el partido posee 39 inmuebles, incluyendo valiosas propiedades en la Ciudad de México. Sin embargo, su situación crítica pone en riesgo la preservación de estos bienes.

El artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos establece que un partido pierde su registro si no obtiene al menos el 3% de la votación válida en elecciones federales. El PRD obtuvo solo 1.9% en la elección presidencial, con 1,078,701 votos, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del INE. Esto significa que el PRD perderá su registro oficial, una realidad confirmada por la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei.

A pesar de esta derrota, los candidatos del PRD que ganaron en los comicios nacionales conservarán sus puestos. Sin embargo, el partido tendrá una representación mínima en la Cámara de Diputados y el Senado, marcando un significativo retroceso desde su presencia en la LXIV Legislatura, donde tuvo cinco espacios en la cámara baja y siete escaños en el Senado.