Un hospital infantil en Ucrania sufrió graves daños tras una serie de ataques rusos que dejaron al menos 31 muertos en varias partes del país, informaron las autoridades. En Kyiv, 19 personas perdieron la vida, incluyendo dos en el hospital infantil Ohmatdyt, uno de los principales centros pediátricos del país. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, denunció los ataques mientras se encontraba en Polonia y afirmó que Rusia deberá enfrentar las consecuencias por sus acciones contra civiles.
En Kryvyi Rih, ciudad natal de Zelensky, el jefe de la administración militar reportó 10 muertos y 31 heridos, de los cuales 10 están en estado grave. En la ciudad oriental de Pokrovsk, tres personas murieron, mientras que en Dnipro se registró una víctima mortal y seis heridos. El ministro de Salud, Viktor Lyashko, detalló que los pabellones de cáncer y cuidados intensivos del hospital infantil fueron impactados por la explosión, lo que obligó a evacuar a los pacientes debido a la pérdida de electricidad, oxígeno y agua.
Voluntarios, médicos y rescatistas trabajaron arduamente para rescatar a las personas atrapadas entre los escombros del hospital infantil. Las fotos del lugar mostraban a menores, algunos aún conectados a sueros intravenosos, esperando ser trasladados a otros hospitales. El ministro Lyashko informó que tres cirugías se estaban realizando en el momento del ataque, calificándolo como un “horrible acto de terror”. Vitaly Klitschko, alcalde de Kyiv, describió el incidente como “uno de los peores ataques” en la capital desde el inicio de la guerra.
El bombardeo ruso coincidió con la llegada a Moscú del primer ministro de India, Narendra Modi, quien tiene programadas conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin. Este ataque subraya la escalada de la violencia en Ucrania y la devastadora situación humanitaria que enfrenta el país, especialmente en sus infraestructuras civiles y médicas.
