La muerte de Fernando “Toro” Valenzuela ha dejado un vacío en el corazón de México, que pierde a una de sus máximas leyendas deportivas. Valenzuela, con su icónico lanzamiento de tirabuzón, se convirtió en héroe en 1981 al llevar a Los Ángeles Dodgers a la victoria sobre los New York Yankees en la Serie Mundial.
En aquella temporada, ganó el premio Cy Young al mejor lanzador y el trofeo de Novato del Año, desencadenando la histórica “Fernandomanía” que paralizó al país.
Nacido en 1960 en Etchohuaquila, Sonora, Valenzuela firmó con los Dodgers a los 19 años y pronto se consagró en las Grandes Ligas, con un debut estelar que cautivó a millones de aficionados mexicanos.
Su estilo único, con una mirada al cielo antes de cada lanzamiento, se convirtió en su sello, ganando 173 juegos y logrando un juego sin hit ni carrera en 1990 contra los Cardenales de San Luis.
Valenzuela es recordado junto a otras grandes figuras del deporte mexicano, como Hugo Sánchez y Julio César Chávez, quienes elevaron a México en la escena deportiva mundial.
Aunque Valenzuela se ha ido, su legado perdurará, y este viernes, cuando los Dodgers enfrenten a los Yankees en la Serie Mundial, los mexicanos volverán a sentir que su héroe sigue presente.