Ante la llegada de una caravana de aproximadamente dos mil 500 migrantes que avanzan desde Chiapas hacia la frontera norte de México, encargados de albergues de estados como Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas se reunieron en Allende, Nuevo León, para coordinar esfuerzos. La Red Pedro Pantoja, que agrupa a estos responsables, se encuentra desarrollando un plan de acción para enfrentar la gran demanda de alojamiento y servicios básicos que se espera en los próximos días.
Uno de los principales retos que afrontan es la limitada infraestructura en sus centros. Según Esther McLeod, de Casa INDI en Monterrey, en los cuatro albergues de esta organización todavía quedan espacios disponibles: actualmente se refugian 221 migrantes en estas instalaciones, de las cuales 180 camas están en uso en el albergue de hombres, que tiene capacidad para 350 personas. Sin embargo, se teme que el número de migrantes podría sobrepasar la capacidad de todos los centros.
La reunión concluirá hoy con un informe de los acuerdos alcanzados. Aún no se conoce si el Instituto Nacional de Migración (INM) ha preparado un plan de contingencia en colaboración con los albergues, pues las autoridades locales no han emitido respuesta al respecto.