El fin del régimen de Bashar al-Assad: la cronología de su caída

El colapso del régimen de Bashar al-Assad marcó un punto de inflexión en Siria, tras más de 13 años de guerra civil devastadora. La cronología de los eventos que llevaron a su derrocamiento revela una combinación de tensiones internas y movimientos geopolíticos que alteraron el equilibrio de poder en Oriente Medio.

La ofensiva rebelde en Damasco
El comienzo del fin para Assad llegó con una ofensiva fulminante de los rebeldes liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al-Sham), una antigua filial de Al Qaeda. En apenas 12 días, los insurgentes avanzaron desde las afueras hasta el corazón de la capital, Damasco, enfrentándose con mínima resistencia. El domingo, los rebeldes proclamaron la liberación de la ciudad y el fin del régimen, poniendo fin a medio siglo de dominio de la familia Assad.

La huida de Assad a Rusia
En la madrugada del domingo, Bashar al-Assad y su familia abandonaron Siria en un avión con destino desconocido. Horas más tarde, fuentes del Kremlin confirmaron que el presidente sirio había recibido asilo en Rusia por “motivos humanitarios”. Esta decisión fue interpretada como un intento de Moscú por salvaguardar sus intereses estratégicos en Siria mientras mantenía un canal de diálogo con los rebeldes para garantizar la seguridad de sus bases militares y misiones diplomáticas.

El cambio en las alianzas regionales
El avance rebelde coincidió con un debilitamiento significativo de los aliados de Assad. Rusia, distraída por la guerra en Ucrania, y Hezbolá, golpeada por ataques israelíes, no pudieron sostener al régimen. Irán, otro aliado clave, perdió influencia tras la toma de la embajada iraní en Damasco por parte de los insurgentes, un hecho que simbolizó el colapso del eje de apoyo al gobierno sirio.

La celebración internacional y las tensiones regionales
Mientras los ciudadanos sirios celebraban en las calles de Damasco, la comunidad internacional aplaudió la caída de Assad como un paso hacia la paz. Sin embargo, las tensiones aumentaron en los Altos del Golán, donde Israel desplegó tropas para proteger su territorio y evitar que los rebeldes tomaran áreas estratégicas. Bombardeos israelíes en Damasco intensificaron las hostilidades, mientras la región enfrentaba el riesgo de un nuevo ciclo de inestabilidad.

La reacción internacional
Líderes globales, incluidos António Guterres, de la ONU, y Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, abogaron por una transición política inclusiva en Siria. Sin embargo, el futuro gobierno enfrenta retos significativos, ya que Hayat Tahrir al-Sham, clasificado como grupo terrorista, parece jugar un papel central. La reconstrucción y el levantamiento de sanciones internacionales serán claves para estabilizar el país.

La incertidumbre sobre el futuro de Siria
Aunque la era de Assad terminó, el camino hacia la estabilidad sigue siendo incierto. El país, devastado por años de conflicto, enfrenta el desafío de formar un gobierno que represente a todas las facciones y que cuente con el apoyo de la comunidad internacional. Las bases militares rusas permanecen en alerta, mientras Moscú trabaja para mantener su influencia en una Siria post-Assad.

Un nuevo capítulo en Oriente Medio
La caída de Bashar al-Assad marca el fin de una era en Siria y el inicio de un periodo de incertidumbre. Con la atención internacional centrada en la reconstrucción y la transición, el pueblo sirio enfrenta la tarea monumental de superar las divisiones y construir un país a la altura de sus sacrificios.