A tan solo un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump centran sus esfuerzos en los llamados estados clave o bisagra. Harris, quien lidera ligeramente en las encuestas, ha intensificado su presencia en estados como Míchigan y Carolina del Norte, mientras que Trump realiza eventos en Pensilvania y Georgia. Ambos candidatos buscan asegurar el apoyo en estos territorios que, históricamente, deciden el resultado final de los comicios.
Las encuestas nacionales muestran a Harris con una ventaja del 48.4% frente al 45.9% de Trump, pero en los estados clave la contienda es mucho más cerrada. Según sondeos, Harris aventaja en Pensilvania, Nevada, Míchigan y Wisconsin, mientras que Trump lidera en Carolina del Norte, Georgia y Arizona. Estos estados, donde los resultados suelen ser muy ajustados, son el campo de batalla donde ambos partidos concentran sus recursos y atención.
Para los analistas, el nivel de participación será decisivo en estas elecciones. Harris ha sido percibida por muchos como una figura de cambio, lo que podría motivar a un alto porcentaje del electorado demócrata a votar. Por su parte, Trump, a pesar de haber evitado un segundo debate con la demócrata, continúa realizando mítines y reforzando su base de apoyo en los condados clave para asegurar los 270 votos electorales necesarios.
