El trabajo de la NASA nunca deja de sorprender, en este caso es una prueba que se prepara con la nave espacial DART (Double Asteroid Redirection), su objetivo es el de colisionar contra el sistema binario de asteroides Didymos que es formado por un cuerpo principalmente de 780 metros de ancho y un satélite de 160 metros de órbita a su alrededor llamado Dimorphos; éstos cuerpos celestes se encuentran a 11 millones de kilómetros de la Tierra, lo que no significa ninguna amenaza para la Tierra, pero tiene las condiciones perfectas para el análisis del experimento.
DART despegó puntualmente a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 desde la base de la Fuerza Espacial en Vandenberg, California en Estados Unidos.
La idea es que la nave espacial choque contra Dimorphos a una velocidad aproximada de 6,6 kilómetros por segundo, con la ayuda de una cámara a bordo (llamada DRACO) y un sofisticado ‘software’ de navegación autónoma. La colisión cambiará en un 1% la velocidad de la luna en su órbita alrededor del cuerpo principal. Ello bastará para acortar el periodo orbital de la luna pequeña en varios minutos y dar por probada la efectividad del impacto cinético como técnica para cambiar la trayectoria de un asteroide.
La misión DART se come 330 millones de dólares del presupuesto anual de 23,3 mil millones con el que cuenta la agencia espacial estadounidense. También cuenta con apoyo de la Agencia Espacial Europea (ESA), que desplegará un pequeño satélite, el LICIACube (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroid), para tomar imágenes de los efectos del impacto; y emprenderá la misión Hera, mediante la que evaluará los restos de la colisión a finales de esta década.
