La Comisión de Seguridad Social del Congreso de la Unión en México aprobó, con los votos mayoritarios de legisladores afiliados al partido gobernante Morena y sus aliados, el proyecto de dictamen para la creación del denominado “Fondo de Pensiones para el Bienestar”. Esta propuesta ha generado un intenso debate tanto dentro como fuera del recinto legislativo debido a su potencial impacto en el sistema de pensiones del país.
El fondo en cuestión tiene como objetivo principal compensar el faltante que enfrentarán muchos trabajadores al momento de jubilarse bajo el esquema de ahorro individual en Afores (Administradoras de Fondos para el Retiro). Según la iniciativa presentada por el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, Ignacio Mier, y su colega Angélica Ivonne Cisneros, presidenta de la Comisión de Seguridad Social, se busca crear un fondo solidario de pensiones que complemente las pensiones individuales y evite el empobrecimiento de los trabajadores al momento de su retiro.
El financiamiento principal del fondo provendrá de los recursos de cuentas inactivas administradas por las Afores, los cuales ascienden aproximadamente a 40 mil millones de pesos. Además, se contempla que las utilidades generadas por empresas paraestatales, como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, así como otros recursos del Gobierno federal, contribuyan a alimentar este fondo. La propuesta establece que el objetivo último es garantizar a los trabajadores una pensión equivalente al cien por ciento de su último salario.
Sin embargo, esta iniciativa ha generado fuertes críticas por parte de la oposición en el Congreso y diversos sectores de la sociedad. Los diputados de partidos como el PAN (Partido Acción Nacional) y el PRI (Partido Revolucionario Institucional) argumentan que el Gobierno busca apoderarse de los recursos de los trabajadores y que el fondo propuesto carece de garantías suficientes para cumplir con sus objetivos.
La diputada panista Patricia Terrazas advirtió que se pretende utilizar recursos privados pertenecientes a los trabajadores para financiar un fondo de naturaleza pública. Asimismo, señaló que la promesa de garantizar una pensión equivalente al cien por ciento del último salario está condicionada a la disponibilidad de recursos, lo que podría dejar desamparados a los futuros jubilados en caso de insuficiencia de fondos.
Las críticas también se centran en la falta de claridad sobre el funcionamiento y la administración del fondo, así como en la ausencia de mecanismos de supervisión y rendición de cuentas que garanticen su correcto uso y manejo transparente.
La sesión de la Comisión de Seguridad Social, en la que se discutió y aprobó el proyecto de dictamen, estuvo marcada por un intenso debate entre los legisladores de diferentes partidos. Los representantes de la oposición manifestaron su rechazo a la iniciativa, mientras que los diputados de Morena defendieron su propuesta como una medida necesaria para corregir las deficiencias del actual sistema de pensiones y garantizar una vejez digna para todos los trabajadores mexicanos.
El proyecto de dictamen fue aprobado con 19 votos a favor, 10 en contra y cero abstenciones, y ahora será sometido al Pleno del Congreso para su discusión y eventual aprobación. Se espera que el tema genere un intenso debate en la sesión plenaria, ya que está en juego el futuro del sistema de pensiones en México y el bienestar económico de millones de trabajadores en el país.
