La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma al Poder Judicial con 22 votos a favor, emitidos por Morena y sus aliados, y 17 en contra, provenientes del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. La votación reflejó la polarización en torno a esta reforma, que ha generado un intenso debate en el Congreso.
Durante la discusión, varios diputados de la oposición expresaron su descontento. Héctor Saúl Téllez Hernández, del PAN, criticó los foros y diálogos realizados para discutir la reforma, calificándolos como una “simulación”. Por su parte, Rubén Moreira, del PRI, advirtió que la reforma podría permitir la intervención de “poderes fácticos”, como el capital y el crimen organizado. Margarita Zavala, también del PAN, consideró que la reforma es un “deseo de venganza” por parte de Morena.
En contraste, diputados aliados de Morena defendieron la reforma. Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, acusó a la oposición de estar “a favor de los intereses extranjeros” y de respaldar al embajador estadounidense Ken Salazar.
Tras la aprobación en lo general, la Cámara de Diputados inició el debate en lo particular de la reforma. En esta fase, las siete bancadas presentaron un total de 330 reservas para modificar el proyecto. Las reservas incluyeron 71 de Morena, 49 del PAN, 106 del PRI, dos del PVEM, cuatro del Partido del Trabajo, 70 de Movimiento Ciudadano y 28 de la diputada independiente Susana Prieto.
La reforma al Poder Judicial establece que consejeros y magistrados electorales, así como jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, sean elegidos por voto popular, un cambio significativo que ha sido motivo de controversia y debate en el Congreso.
