Una joven originaria de Guadalajara se convirtió en tendencia en redes sociales al contar su historia de cómo arrancó el medidor de luz de su casa y lo llevo a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad para que lo repararán, sin saber que lo que estaba haciendo era un delito federal.
“Se rieron de mi en la CFE por traer mi medidor, dicen que ellos van y lo quitan. Ok, yo no lo sabía, les prometo que no quería venir cargando bajo el sol una cosa que pesa mil kilos”, escribió la usuaria al acompañar su foto del medidor en una banca de espera en las instalaciones de la dependencia federal.
La anécdota quedó sólo en risas de los empleados de la CFE, ya que el alterar, dañar o sustraer el medidor de luz es un delito federal que se marca en el artículo 368 del Código Penal Federal y estipula una pena de hasta 10 años de prisión y una multa a pagar de 66 mil pesos.