La comunidad internacional condenó enérgicamente los ataques del Ejército israelí contra los cascos azules de la ONU en Líbano por segundo día consecutivo. Los bombardeos dejaron a varios efectivos heridos, lo que Italia consideró posibles “crímenes de guerra”. Francia también expresó su malestar al convocar al Embajador de Israel.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, calificó los ataques como “intolerables”, mientras que Human Rights Watch pidió una investigación urgente. Estados Unidos instó a Israel a garantizar la seguridad de las fuerzas de la ONU.