La discusión en la Cámara de Diputados sobre el Fondo de Pensiones para el Bienestar se vio envuelta en polémica después de que el grupo parlamentario del PAN detectara cambios al dictamen que ya se había aprobado en comisiones. La diputada Carmen Rocío González del PAN alertó sobre estas modificaciones, señalando que el documento presentado al pleno tenía ajustes respecto al que había sido avalado por la Comisión de Seguridad Social el pasado lunes.
“Algunos duendes nocturnos por ahí hicieron al menos una docena de modificaciones al dictamen y estamos denunciando esas inconsistencias ¡Qué falta de seriedad! ¡Son ustedes unos tramposos!”, acusó González.
La polémica se intensificó cuando se descubrió que la nueva redacción del dictamen permitía que el fondo se integrara con las cuentas de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) tanto de trabajadores en activo como inactivos, en lugar de solo con las cuentas inactivas, como afirmaba Morena.
Ante los reclamos de la oposición, el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, atribuyó las modificaciones a un “error humano” del equipo técnico de la Comisión de Seguridad Social, asegurando que no hubo dolo ni premeditación.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, aceptó el acuerdo de los coordinadores parlamentarios para regresar el dictamen a la Comisión de Seguridad Social y citó a sesión para el próximo lunes.
El tema también provocó reacciones en la coalición opositora, con el coordinador del PRI, Rubén Moreira, anunciando que votarán en contra de la reforma por considerarla confiscatoria e inconstitucional.
La situación refleja las tensiones políticas en torno a la propuesta del Fondo de Pensiones para el Bienestar y la necesidad de claridad y transparencia en el proceso legislativo.
