En medio de reclamos de justicia, fue sepultada Camila, la menor de 8 años asesinada en Taxco, Guerrero. Durante el funeral, familiares confirmaron que la causa de su muerte fue asfixia por estrangulamiento, según la autopsia realizada.
El cortejo fúnebre atravesó las calles de Taxco, congregando a cientos de personas que acudieron para despedir a la menor, cuyo caso ha generado indignación en la ciudad. El secuestro y asesinato de Camila desencadenaron protestas y un linchamiento que resultó en la muerte de una mujer y dos hombres señalados como presuntos responsables.
La última vez que se vio a Camila fue el miércoles por la tarde, cuando salió de su casa para jugar en la de una amiga. Horas después, su familia recibió llamadas de extorsión exigiendo un rescate de 250 mil pesos. La inacción de las autoridades llevó a que la comunidad actuara por su cuenta, desencadenando los trágicos eventos.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, solicitó una investigación expedita y efectiva para castigar a los responsables. Sin embargo, las críticas a las autoridades estatales y municipales han sido persistentes debido a su presunta inacción desde la denuncia de la desaparición.
Poco después del inicio del cortejo fúnebre, la Fiscalía de Guerrero confirmó la detención de José “N”, taxista implicado en el feminicidio de Camila, cumplimentando así una orden de aprehensión por el delito de feminicidio. El caso de Camila ha conmocionado a la sociedad y ha puesto en evidencia la urgencia de acciones contundentes para combatir la violencia contra las mujeres y la impunidad en casos de feminicidio en México.