Estados Unidos confiscó el avión oficial del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en una operación realizada en República Dominicana. La aeronave, valorada en aproximadamente 13 millones de dólares, fue trasladada a Florida, en lo que funcionarios estadounidenses describen como una acción inédita en asuntos penales, con la intención de enviar un mensaje contundente al Gobierno venezolano sobre el alcance de las sanciones de EE.UU.
La confiscación se llevó a cabo tras determinarse que la adquisición del avión violaba sanciones estadounidenses y otras leyes penales. Esta acción, coordinada con la República Dominicana, subraya la postura crítica de Estados Unidos hacia el gobierno de Maduro, especialmente tras las elecciones venezolanas de julio pasado.