Contaminación agrava la Fibrosis Quística en Nuevo León: Waldo

La Fibrosis Quística, además de ser una enfermedad hereditaria, se ve fuertemente influenciada por factores ambientales. La exposición al polvo y la contaminación del aire pueden desencadenar o empeorar los síntomas, un problema creciente en Nuevo León, donde la mala calidad del ambiente afecta la salud de todos al compartir “la misma basura”. Se observa que la enfermedad ha dejado de ser poco común, con un aumento en los casos que preocupa a las autoridades y a la sociedad.

Un senador por Morena destacó que las condiciones ambientales actuales, sumadas a la contaminación, han generado complicaciones en la salud de los afectados por la Fibrosis Quística. Según sus declaraciones, la situación es transversal y afecta a toda la población. La urgencia de abordar este problema se hace evidente, pues se ha establecido incluso un compromiso para establecer acuerdos puntuales con el gobernador y organismos de la sociedad civil.

Ante esta problemática, se anunció la presentación de una iniciativa en el pleno para presionar a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y acelerar la llegada al país de un medicamento vital para los pacientes. Se trata de la urgencia de reducir el tiempo de espera, pues el fármaco, cuyo tratamiento resulta muy costoso —con una caja de “Trikafta” valorada en hasta 27 mil dólares—, es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad.