El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, afirmó que la violencia registrada el día anterior en Culiacán no ha tenido mayores consecuencias y que la situación en el estado es de tranquilidad. A su llegada a Palacio Nacional para participar en una reunión con otros gobernadores, Rocha Moya declaró: “Está tranquilo, está tranquilo Sinaloa (…) Fue un incidente, pero no tiene más consecuencias”.
Estas declaraciones ocurren tras los hechos violentos del jueves 29 de agosto, cuando el Ejército mexicano enfrentó una agresión por parte del crimen organizado en el ejido Peñasco, al norte de Culiacán. El enfrentamiento, que dejó vehículos incendiados y bloqueos en la Carretera México 15, generó preocupación entre la ciudadanía y llevó a que el Gobierno de Estados Unidos emitiera una alerta de seguridad para la ciudad.
A pesar de la gravedad de los incidentes, el gobernador Rocha Moya insistió en que la situación está bajo control. Sin embargo, el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, y la Secretaría de Seguridad Pública estatal han reconocido que los hechos de inseguridad se concentraron en la sindicatura de Jesús María, en respuesta a operativos de las fuerzas federales.