El gobernador de Nuevo León, Samuel García, sorprendió con sus recientes críticas hacia Elon Musk, a quien en el pasado consideraba un aliado estratégico. Durante un evento público, García ironizó sobre la propuesta de Musk de crear una secretaría de robots para atender a los ciudadanos estadounidenses, asegurando que esta idea está lejos de resolver las demandas de atención directa que exigen las personas.
El cambio de actitud es notable, considerando que García previamente expresaba admiración por el magnate, incluso bromeando con nombrar a su hijo “Samuel Elon” en su honor. Sin embargo, el apoyo de Musk a las políticas arancelarias de Donald Trump, que afectan a los autos fabricados en México, parece haber tensado la relación, poniendo en duda la instalación de la Gigafactory de Tesla en Santa Catarina, un proyecto que en su momento generó gran entusiasmo en el estado.
Este giro refleja no solo una reevaluación política, sino también un distanciamiento evidente entre el gobernador y Musk, quien hasta hace poco era celebrado como un aliado clave para el desarrollo industrial en Nuevo León. La relación que alguna vez estuvo marcada por la promoción de Tesla y sus productos enfrenta ahora incertidumbre ante las discrepancias recientes.