El Kremlin anunció la detención de once personas, incluidos cuatro presuntos atacantes, en relación con el atentado que dejó al menos 115 muertos en una sala de conciertos en Moscú, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
Según un comunicado de la presidencia rusa, el director de los servicios de seguridad rusos (FSB) informó al presidente Vladimir Putin sobre la detención de los sospechosos, quienes fueron capturados en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia.
El ataque ocurrió antes de un concierto del grupo de rock ruso Piknik en el Crocus City Hall, en Krasnogorsk, un suburbio del noroeste de Moscú. El FSB afirmó que los detenidos tenían “contactos” en Ucrania y planeaban huir hacia ese país después del atentado.
A pesar de las afirmaciones de Rusia, las autoridades no proporcionaron pruebas concretas sobre este supuesto vínculo. Putin aseguró que todos los responsables serán “castigados” y calificó el atentado como “un asesinato masivo de personas”.
El asesor presidencial ucraniano, Mijaílo Podoliak, negó las acusaciones de Rusia y las calificó como “absolutamente insostenibles y absurdas”.
La comunidad internacional ha condenado el ataque, considerado como uno de los más mortales en Rusia en décadas.
