“Emilia Pérez” perpetúa estereotipos retrógrados y clichés: colectivos

Desde su estreno en el Festival de Cannes y su reciente llegada a Netflix, Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard, ha sido objeto de intensas críticas por parte de espectadores y organizaciones LGBTQ+. Aunque la película cuenta con una actriz trans en el papel principal, GLAAD y otros críticos han señalado que el filme perpetúa estereotipos retrógrados y clichés sobre las mujeres trans, calificándolo como un “paso atrás para la representación trans”. Además, el contexto narrativo, que incluye el involucramiento de una mujer trans en el narcotráfico, ha sido cuestionado por mexicanos que consideran inapropiado este enfoque, dadas las problemáticas sociales y de violencia que enfrenta la comunidad LGBTQ+ en el país.

La controversia no se ha limitado a la representación de personajes trans, sino que también abarca las acusaciones de racismo en algunos diálogos y situaciones interpretadas por Karla Sofía Gascón. Audiard, por su parte, se disculpó durante la premier en Ciudad de México, aunque confesó no entender por qué la película ha generado tal nivel de ofensa. Estas declaraciones han avivado aún más las críticas, reflejadas ampliamente en redes sociales y en medios especializados.

Con su estreno programado para el 23 de enero, Emilia Pérez llega envuelta en polémica y un debate amplio sobre la sensibilidad y responsabilidad en la representación de temas sociales complejos. Este escenario plantea cuestionamientos no solo sobre la obra de Audiard, sino también sobre la manera en que el cine internacional aborda las realidades de comunidades históricamente vulnerables.