La erupción en enero de 2022 del volcán submarino Hunga Tonga, en el Pacífico sur, provocó las mayores alteraciones atmosféricas en 139 años, unas perturbaciones que circunvalaron todo el planeta a la velocidad del sonido al menos tres veces.
Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores del Centro Oceanográfico de Balears, en el archipiélago español de Baleares, publicado por la revista “Scientific Report”, que señala que un fenómeno como este, conocido como meteotsunami, de alcance planetario solo había sido detectado en otra ocasión por instrumental científico moderno: en la erupción del Krakatoa de Indonesia en 1883.
A diferencia de los tsunamis, oscilaciones significativas del nivel del mar causadas por terremotos o explosiones, los meteotsunamis se generan por cambios rápidos de la presión del aire que provocan una ola marina y una perturbación atmosférica, explica en una nota el Instituto Español de Oceanografía (IEO), del que forma parte el centro balear.
La erupción del volcán submarino Hunga Tonga el 15 de enero ocasionó una respuesta atmosférica y en los océanos que registraron una cantidad de instalaciones científicas sin precedentes.
La perturbación la recogieron cientos de aparatos de medición de las alteraciones de la presión atmosférica en todo el mundo con aumentos de energía en la banda alta de frecuencia de 2 a 120 minutos.