Un espectacular gol de Rebeca Bernal le dio a México la medalla de oro del fútbol femenino al vencer por 1-0 a Chile en los XIX Juegos Panamericanos, en una final que será recordada por el hecho de que la Roja debió actuar con una jugadora de campo como arquera al no tener a su disposición a ninguna de sus porteras naturales.
La duda y la imagen más buscada era quién defendería el arco local después de que las porteras chilenas, Christiane Endler (Olympique de Lyon) y Antonia Canales (Valencia), tuvieran que abandonar la concentración y reincorporarse a sus clubes, pues el partido se disputaba en una fecha fuera del calendario FIFA y los equipos no tienen obligación de prestarlas.
Endler y Canales recibieron permiso para participar en el torneo de Santiago 2023 hasta el 31 de octubre, por lo que debieron volver a los entrenamientos con sus equipos.
La elegida entonces por el técnico Luis Mena para la final fue la delantera de Colo Colo María José Urrutia, que nada pudo hacer en el gol ante la ejecución de Bernal.
Sabedoras de la situación, las mexicanas comenzaron a probarla muy temprano y en los primeros cinco minutos, Urrutia, única jugadora chilena que ha hecho un gol en una copa del mundo, respondió de forma brillante.
Con el partido parejo, sin dominio claro por ninguna de las dos partes, Urrutia, de 29 años, seguía respondiendo con seriedad a los ataques mexicanos y recogiendo el calor y el fervor del público.
Mientras que su rival en el otro arco apenas pasaba apuros por la falta de puntería de las locales, que movían bien la pelota, llegaban por la banda pero no acertaban en los últimos metros.
En esta dinámica, se llegó al minuto 30 en el que la jugadora del CF Monterrey tomó el balón, lo puso con mimo en el césped del estadio Elías Figueroa de Valparaíso y lo colocó con maestría en la escuadra derecha, superando la barrera y a una improvisada portera que nada pudo hacer.
En la segunda parte, el dominio del partido pasó de forma definitiva a México, que pudo aumentar el marcador, primero con un gol anulado a Diana Ordóñez (Houston Dash) por fuera de juego tras lanzamiento de su compañera Lizbeth Ovalle (Tigres UANL), una de las jugadoras destacadas del torneo, y después con un tiro envenenado al palo de Verónica Corral (Pachuca).
Sin argumentos futbolísticos en el campo de juego, Chile tampoco tenía opciones en el banco. La Roja se presentó al partido con 14 jugadoras disponibles ya que la delantera Karen Araya y la defensora Camila Sáez, ambas del Madrid CFF y también por la misma situación que Endler y Canales, debieron volver a sus clubes en Europa antes de jugar la primera final de los Juegos Panamericanos de su historia.