Una joven holandesa de tan solo 28 años ha decidido someterse a la eutanasia, no por razones físicas, sino debido a una lucha constante contra la depresión, el autismo y el trastorno de límite de la personalidad.
Identificada como Zoraya Ter Beek, la joven residente de un pueblo cercano a la frontera con Alemania, ha tomado la decisión de poner fin a su vida el próximo mes de mayo. Su caso ha generado gran atención debido a su corta edad y al motivo de su elección.
Según informes del New York Post, Zoraya explicó que los médicos no le dieron esperanzas de mejoría en su estado de salud mental, lo que la llevó a optar por la eutanasia para evitar un sufrimiento prolongado y una posible empeoramiento de su condición.
La joven ha solicitado que la eutanasia se realice en el sofá de su sala de estar, sin música, y posteriormente ser incinerada. Se espera que un médico le administre un sedante, seguido de un medicamento para detener su corazón.
Zoraya ha expresado su deseo de no tener un funeral, ya que cuenta con poca familia, y ha designado a su novio como responsable de esparcir sus cenizas en un lugar acordado por ambos.
Países Bajos se convirtió en el primer país en legalizar el suicidio asistido en 2001, y desde entonces, la eutanasia ha sido una opción disponible para aquellos que desean poner fin a su vida debido a enfermedades terminales o sufrimientos insoportables, incluidos los trastornos mentales graves.