La tasa de inflación anual de México aumentó en la primera mitad de junio, situándose en un 4.78 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este incremento, superior al 4.59 por ciento registrado en la segunda mitad de mayo, refuerza la expectativa de que el Banco de México mantenga su tasa de interés clave en un 11 por ciento en su próxima decisión de política monetaria. La inflación subyacente, que excluye productos de alta volatilidad, también ascendió a un 4.17 por ciento.
El aumento de los precios durante los primeros 15 días de junio fue del 0.21 por ciento, mientras que el índice subyacente mostró una tasa del 0.17 por ciento. Los productos que más incrementos sufrieron fueron el chayote, la naranja y los plátanos, mientras que el jitomate, el chile serrano y los paquetes de internet, telefonía y televisión de paga fueron los que más descendieron.
Economistas coinciden en que, además del repunte inflacionario, el debilitamiento de la moneda mexicana en un 6.5 por ciento tras las elecciones es un factor adicional que podría impedir un nuevo recorte de la tasa clave en el corto plazo. Sin embargo, se espera que el Banco de México mantenga la tasa sin cambios en su reunión del jueves, aunque podría considerar una reducción a partir de agosto, según una encuesta de Citibanamex.