Este 5 de noviembre, Estados Unidos celebra una de las elecciones presidenciales más cerradas de su historia reciente. La vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris compite contra el expresidente republicano Donald Trump, con ambos candidatos prácticamente empatados en las encuestas.
La jornada electoral comenzó en Dixville Notch, Nuevo Hampshire, donde los seis votantes de este pequeño pueblo emitieron sus votos, resultando en un empate de tres votos para cada candidato. En el resto del país, los centros de votación abrirán durante la mañana y cerrarán a partir de las 6 p.m. hora del este.
Tanto Harris como Trump concentraron sus esfuerzos de campaña en los estados decisivos de Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada, que decidirán el rumbo de los 538 votos del Colegio Electoral. Para ganar, cada candidato necesita obtener al menos 270 de esos votos.
Trump cerró su campaña con eventos en Carolina del Norte, Pensilvania y Michigan, mientras que Harris se enfocó en Pensilvania, donde fue respaldada por celebridades como Lady Gaga y Oprah Winfrey. Con solo unos cuantos votos de diferencia en los estados clave, se anticipa una contienda muy disputada y posiblemente un recuento de votos en varias regiones.