El potente terremoto de magnitud 6.8, que ha sacudido las majestuosas montañas del Alto Atlas en Marruecos, dejó rastro de destrucción y desolación en su estela. Más de mil personas han perdido la vida, y cientos han resultado heridas en este sismo que se ha convertido en la catástrofe más mortífera en el país en más de 60 años. Casas y edificios han colapsado en remotas aldeas montañosas, desencadenando una frenética búsqueda de supervivientes entre los escombros.
El terremoto, que se produjo a última hora de la noche del viernes, ha dejado a Marruecos en un estado de conmoción. El Ministerio del Interior confirmó la trágica cifra de mil 037 víctimas mortales y mil 204 heridos, “de los cuales 721 están en estado crítico”. Las áreas más afectadas se encuentran en las afueras de Marrakech, la ciudad más cercana al epicentro, donde el paisaje se ha transformado en calles con escombros.
Según los últimos datos difundidos este sábado por el Ministerio del Interior marroquí, se registraron víctimas en una decena de provincias: Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 542 fallecidos, seguida de Taroudant (321 víctimas mortales), Chichaoua (103 fallecidos), Ouarzazate (38), Marrakech (13), Azilal (11), Agadir (5), Casablanca (3), Al Youssufia (1) y en Tinguir (1).