Este miércoles, más de 135 millones de personas en los 48 estados continentales de Estados Unidos se encontraban bajo alerta por las altas temperaturas que han dejado un saldo de 27 personas fallecidas en los últimos días. Esta cifra, reportada por The Washington Post y otros medios locales, se basa en informes preliminares de California, Oregón y Arizona; sin embargo, se teme que el número de víctimas aumente dadas las temperaturas extremas.
En California, la jefa forense del condado de Santa Clara, Michelle Jordan, informó que la mayoría de las muertes (14 casos) ocurrieron en el estado, con ocho víctimas mayores de 65 años. Entre los fallecidos se encontraban dos personas sin hogar y una persona que vivía en una vivienda temporal. Además, en el Valle de la Muerte, un motociclista falleció el fin de semana con temperaturas cercanas a los 53 grados Celsius, aunque la causa de la muerte aún no ha sido establecida. En Arizona, un senderista de 50 años fue encontrado sin vida en el Gran Cañón, y en el lago Havasu, una bebé de cuatro meses murió el 5 de julio tras desmayarse mientras estaba en un bote con su familia.
En el sur de Texas, las alertas están activadas después de que el huracán Beryl dejara a más de 2 millones de personas sin servicio eléctrico en medio de una ola de calor con temperaturas superiores a los 35 grados Celsius. Hasta el martes, la cifra de fallecidos por Beryl ascendió a 18, con el estado dividido entre las inundaciones y el calor extremo.