La agencia Moody’s Ratings modificó la calificación crediticia de México de “estable” a “negativa”, citando un debilitamiento de los marcos político e institucional tras las recientes reformas al Poder Judicial. La firma advirtió que dichas reformas podrían erosionar los controles del sistema judicial, afectando la fortaleza económica y fiscal del país. Además, señaló desafíos en la consolidación fiscal debido al aumento del déficit público y expresó preocupación por un posible deterioro en el marco de políticas y la independencia judicial.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda lamentó que el análisis de Moody’s no incluyera información actualizada sobre el presupuesto y la política fiscal para 2025, que será presentada al Congreso. Destacó que México mantiene el grado de inversión con las ocho calificadoras que evalúan su deuda, siete de las cuales mantienen una perspectiva estable, reflejando confianza en la estabilidad económica del país pese a la incertidumbre generada por las reformas constitucionales impulsadas por el gobierno.