La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que existe un 60% de probabilidad de que el fenómeno de La Niña se produzca antes de que termine el año, aunque su efecto de enfriamiento temporal no detendrá el avance del calentamiento global.
La Niña, caracterizada por el enfriamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico, provoca cambios en los patrones de viento, presión y lluvias a nivel mundial. A pesar de que este fenómeno puede tener un efecto transitorio de enfriamiento, los expertos subrayan que no revertirá la tendencia general de aumento de las temperaturas debido a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, señaló que desde junio de 2023 el mundo ha experimentado temperaturas excepcionalmente altas tanto en la superficie terrestre como en los océanos. “Aunque La Niña pueda enfriar la atmósfera a corto plazo, no cambiará la tendencia de calentamiento global”, afirmó.
El último episodio de La Niña, que se extendió entre 2020 y 2023, fue particularmente largo, pero no logró frenar el calentamiento global, como lo evidencia el hecho de que los últimos nueve años han sido los más calurosos desde que se tiene registro.
La OMM también señaló que La Niña podría traer lluvias superiores a la media en regiones como el norte de Sudamérica, Centroamérica, el Caribe, el Cuerno de África, el Sahel y el sudeste asiático, mientras que el riesgo de un nuevo fenómeno de El Niño, que alcanzó su máxima intensidad a principios de 2023, ha sido prácticamente descartado.