El Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia ha acusado este martes a compañías militares privadas de Estados Unidos de reclutar a presidiarios de México y Colombia en las cárceles estadounidenses para enviarlos a combatir en la guerra en Ucrania.
Según el SVR, estas compañías, bajo la dirección de la Administración Federal de Control de Drogas (DEA) y el FBI, estarían reclutando a representantes de los narcocarteles mexicanos y colombianos que cumplen penas en cárceles estadounidenses para participar en el conflicto ucraniano.
Rusia ha expresado su preocupación por estas acciones, calificándolas como un intento desesperado de Estados Unidos por cambiar la situación en el frente ucraniano. Advierte que reclutar a “soldados de fortuna” entre asesinos en serie, drogadictos y violadores no garantizará una ventaja táctica en el campo de batalla.
Según el SVR, se espera que la primera partida de sicarios mexicanos y colombianos llegue al campo de batalla en Ucrania durante el verano de este año. La banda criminal estaría conformada por varios cientos de individuos, a quienes se les promete amnistía total con la esperanza de que no regresen de Ucrania.
El servicio de espionaje ruso alerta sobre la posibilidad de que, si este proyecto piloto tiene éxito, el programa de reclutamiento de sicarios se amplíe a criminales de otros países con graves situaciones de criminalidad.
Por otro lado, se señala que el proceso de reclutamiento enfrenta dificultades, ya que las negociaciones con los narcobarones son complicadas y ningún criminal se atreve a cooperar con las autoridades estadounidenses sin el beneplácito de sus jefes.
Estas acusaciones ponen de manifiesto las tensiones existentes entre Rusia y Estados Unidos en el conflicto ucraniano, así como las complejidades y desafíos que enfrenta Ucrania en su movilización militar.