Tras un extenso debate de ocho horas, el Senado de la República aprobó la reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Con 86 votos a favor de Morena y sus aliados, el dictamen pasará a los Congresos locales para su discusión.
La oposición argumentó que esta reforma podría llevar a la militarización del país, mientras Morena lo negó, destacando la necesidad de continuidad en la seguridad. Omar García Harfuch, próximo secretario de Seguridad, defendió la reforma asegurando que fortalecerá a las instituciones.
El dictamen también establece que el Congreso regulará la participación del Ejército en seguridad pública y que los jefes de la Guardia Nacional serán ratificados por el Senado.