Sinaloa enfrenta un mes de intensa violencia debido a la disputa entre los hijos de ‘el Chapo’ Guzmán y ‘el Mayo’ Zambada, dejando un saldo trágico de 167 muertos, según reportes oficiales. Culiacán, la capital del estado, se ha convertido en el epicentro de esta crisis, obligando a sus habitantes a modificar su estilo de vida para protegerse. La vida nocturna ha cambiado drásticamente, con bares y centros nocturnos que ahora ofrecen “tardeadas” desde las 14:00 h, mientras que plazas y centros comerciales ajustan sus horarios, cerrando a las 19:00 h.
La economía local ha sufrido un golpe devastador, especialmente en Culiacán, Elota y Navolato, que acumulan pérdidas de más de 8 mil millones de pesos. La industria restaurantera ha reportado una disminución de hasta el 80% en el número de comensales, lo que ha llevado a muchos establecimientos a reducir sus horarios e incluso a cerrar temporalmente. La desesperación también se siente entre los músicos, quienes ahora se ven forzados a tocar en las calles y plazas públicas en busca de alguna propina.
La situación se agrava con el aumento de robos y saqueos en tiendas, además del desabasto de alimentos y suministros, resultado de bloqueos y enfrentamientos en carreteras clave como la Maxipista Culiacán-Mazatlán. La violencia no solo afecta la seguridad de los ciudadanos, sino que también pone en riesgo la economía y la estabilidad de toda la región.
