SpaceX llevó a cabo este jueves el tercer vuelo de prueba de Starship desde Boca Chica (Texas). A pesar de la confirmada “pérdida” de la nave poco después de su reingreso en la atmósfera terrestre, la prueba fue calificada como un “enorme éxito”.
El despegue, realizado desde una plataforma en Starbase, la base de SpaceX, fue exitoso, con la separación exitosa de ambas etapas del cohete. Aunque la primera etapa, llamada Super Heavy, no logró un retorno exitoso a tierra, el Starship continuó con éxito su trayecto previsto, alcanzando una altura de unos 160 kilómetros y una velocidad de más de 26 mil km/h.
Durante más de una hora de vuelo, el Starship logró realizar diversas pruebas planificadas, como la apertura y cierre de las puertas de la nave y la transferencia de combustible entre tanques.
A pesar de que se perdió durante su descenso a gran velocidad, la prueba cumplió varios de sus objetivos.
Elon Musk, propietario de SpaceX, anunció que se prevén más pruebas para este mismo año.
El objetivo de estos vuelos de prueba es preparar el terreno para el regreso a la Luna de Estados Unidos, previsto para 2026, y acelerar el camino hacia Marte.