El Super Bowl LVII, en el que los Kansas City Chiefs se impusieron 38-35 a los Philadelphia Eagles, alcanzó una audiencia de 113 millones de espectadores, la más alta en las recientes seis ediciones.
El duelo del domingo fue el más visto a través de la televisión en la historia de Estados Unidos, que tiene una población de 330 millones.
Por su parte, el espectáculo de medio tiempo protagonizado por Rihanna alcanzó 118.7 millones de vistas si se juntan los espectadores en televisión y plataformas digitales, propiedad de FOX y de la NFL. Fue el más visto desde la actuación de Katy Perry en el 2015.