Taylor Swift cierra “The Eras Tour” con ganancias de 2 mil mdd

Taylor Swift concluyó este domingo su exitoso “The Eras Tour” con un apoteósico concierto en Vancouver, consolidando su estatus como una de las artistas más influyentes del momento. Durante 21 meses, la gira recorrió países como Brasil, Japón, España y México, con 149 actuaciones en total. Según la revista Pollstar, el tour generó ingresos estimados en 2 mil millones de dólares, cifra que superaría el récord anterior de Elton John, quien recaudó 939 millones de dólares en una gira más extensa.

La alta demanda de entradas para los conciertos de Swift, que en ocasiones colapsó sistemas como Ticketmaster, subraya su impacto cultural y comercial. Más allá de los escenarios, su presencia tuvo efectos económicos significativos en las ciudades anfitrionas, como Toronto, donde generó 199 millones de dólares estadounidenses en dos semanas de conciertos. La crítica también respaldó el éxito de la gira, describiendo sus presentaciones como “clases magistrales” en música y espectáculo.

En un gesto hacia su equipo de producción, Swift destinó cerca del 10% de los ingresos brutos de la gira en bonificaciones para empleados, sumando 197 millones de dólares. Esta cifra benefició a cientos de trabajadores, desde técnicos hasta estilistas, y se suma a los 55 millones de dólares que ya había entregado en la primera etapa de la gira en 2023. La cantante destacó que el éxito del tour fue posible gracias a la labor de cada miembro del equipo.

La gira también estuvo marcada por incidentes y momentos personales de gran atención mediática. Desde la cancelación de conciertos en Viena por una amenaza terrorista, hasta la reprogramación de un show en Brasil debido al fallecimiento de una fan, Swift demostró empatía y profesionalismo. Además, usó su plataforma para tomar partido en temas políticos, como su apoyo público a Kamala Harris en la campaña presidencial de Estados Unidos.

El impacto de “The Eras Tour” trascendió la música. En redes sociales y medios, incluso su vida personal, como su relación con el jugador de la NFL Travis Kelce, fue foco de atención. La cantante logró compaginar su vida privada con su ajetreado calendario, asistiendo al Super Bowl tras un concierto en Tokio. Con esta gira, Swift reafirma su papel como ícono cultural global y un motor económico en la industria del entretenimiento.