El presidente ruso, Vladimir Putin, propuso un alto al fuego en Ucrania y el inicio de negociaciones, condicionando esta oferta a la retirada completa de las tropas ucranianas de las cuatro regiones que Moscú ha reclamado como propias y al abandono de las aspiraciones de Kiev de unirse a la OTAN. Ucrania rechazó de inmediato estas “condiciones”, mientras busca apoyo internacional en una cumbre de paz en Suiza, a la que Rusia no asistirá.
Putin, en un discurso televisado, demandó la retirada de las fuerzas ucranianas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, y la renuncia de Ucrania a sus planes de ingreso en la OTAN. “Tan pronto como Kiev comience la retirada efectiva de las tropas y notifique que abandona sus planes de ingresar en la OTAN, daremos inmediatamente la orden de alto al fuego e iniciaremos las negociaciones”, afirmó Putin.
Ucrania, por su parte, mantiene que cualquier acuerdo de paz debe incluir la retirada total de las tropas rusas de su territorio internacionalmente reconocido, incluida la península de Crimea. Mykhailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, calificó las condiciones de Putin como una propuesta para que Ucrania admita su derrota y renuncie a su soberanía.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, criticó la propuesta de Putin, advirtiendo que no fue hecha de buena fe y que busca que Ucrania ceda más territorio a Rusia. Stoltenberg argumentó que la propuesta “no es una propuesta de paz, sino una propuesta de más agresión y ocupación, demostrando que el objetivo de Rusia es controlar Ucrania”.
