El gobierno de Venezuela anunció la suspensión de relaciones diplomáticas con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. La decisión, comunicada a través de un comunicado oficial, responde al rechazo de estos países a los resultados electorales del 28 de julio, que dieron la victoria a Nicolás Maduro. El gobierno venezolano exigió la retirada inmediata de los representantes diplomáticos de estos países de su territorio.
El comunicado venezolano acusa a estos gobiernos de “injerencistas acciones y declaraciones” y de estar subordinados a Washington, intentando desconocer la soberanía de Venezuela. Además, se denunció una supuesta operación de intervención contra el proceso electoral, liderada por funcionarios de gobierno de varios países, incluyendo Argentina y Perú. Según el Consejo Nacional Electoral, Maduro obtuvo el 51.20% de los votos, con una participación del 59%.
La noche del 28 de julio, Nicolás Maduro fue proclamado vencedor de las elecciones presidenciales por tercera vez. El candidato opositor, Edmundo González, obtuvo el 44.2% de los votos. El gobierno venezolano calificó las acciones de los países que desconocieron los resultados como un atentado contra la soberanía nacional y anunció la retirada de su personal diplomático de las misiones en los países mencionados.
