La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) está expandiendo su red de jardines etnobiológicos con la creación de dos nuevos espacios en Marín y Aramberri. Estos jardines están dedicados a la conservación de la flora y fauna nativas, destacando su importancia en diversos aspectos como alimentación, ornamentación ecológica y medicina tradicional, entre otros.
El Jardín Etnobiológico de Marín, ubicado en la Facultad de Agronomía de la UANL, abarca 3.5 hectáreas e incluye áreas como el Conservatorium, el Collectarium, un Vivero y un Banco de Germoplasma. Estas secciones están diseñadas para conocer, preservar y propagar las especies vegetales y animales autóctonas de la región.
Por otro lado, el nuevo jardín en Aramberri, que se establecerá en un área de 4.7 hectáreas, se suma a los ya existentes en Linares y Marín. Se destaca la diferencia climática de esta región, con altitudes de cerca de 2 mil metros sobre el nivel del mar, en comparación con Marín. Esto permite una diversidad única de flora y fauna, incluyendo especies como el agave, cactáceas y diversas formas de vida animal, algunas de las cuales se encuentran en peligro de extinción.
Además, se planea la construcción de un banco de germoplasma en Aramberri, aprovechando las condiciones climáticas para conservar semillas en un ambiente controlado. Este banco será vital para preservar la diversidad genética de las plantas, especialmente en un contexto de cambio climático que afecta la disponibilidad de semillas para los productores locales, como el caso del maíz.
Estos proyectos no solo promueven la conservación de la biodiversidad regional, sino que también buscan apoyar a las comunidades locales, como los productores, en la preservación de sus recursos naturales y culturales. Además, cuentan con el respaldo del Conahcyt, lo que refleja el reconocimiento y apoyo a estas iniciativas en el ámbito científico y académico.
