La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de reforma que otorga el mando militar a la Guardia Nacional, colocándola bajo la conducción de las Fuerzas Armadas.
La reforma modifica diversos artículos de la Constitución, y destaca la disposición que establece que el Comandante de la Guardia Nacional será designado por el Presidente de la República, a propuesta de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Si no hay personal con la formación adecuada, el puesto recaerá en un General de División del Ejército capacitado en seguridad pública.
El bloque de Morena, PT y Verde respaldó la reforma, argumentando que se trata de un nuevo modelo para enfrentar al crimen organizado, distinto a las políticas del pasado. A pesar de las críticas de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, que ven en esta reforma un paso hacia la militarización del país, los morenistas pidieron el apoyo de la oposición para fortalecer las instituciones y construir la paz.
Con 22 votos a favor y 18 en contra, la reforma fue aprobada, con los defensores argumentando que las violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado por las instituciones militares ya no ocurren bajo el actual gobierno.
