Los triatlones masculino y femenil se llevaron a cabo con éxito durante los Juegos Olímpicos de París, a pesar de las preocupaciones iniciales sobre la calidad del agua del Río Sena. Las fuertes lluvias del fin de semana anterior elevaron los niveles de bacterias en el río, lo que provocó el retraso de la carrera masculina hasta que se consideró seguro nadar. La situación generó incertidumbre entre atletas y organizadores.
El triatleta canadiense Tyler Mislawchuk, quien terminó en noveno lugar, fue visto vomitando violentamente tras cruzar la meta, reflejando los desafíos enfrentados por los competidores. Otros atletas fueron captados tumbados en las colchonetas, mareados y exhaustos, luchando por recuperarse después de la exigente prueba que incluyó 1.5 kilómetros de natación, 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de carrera.
A pesar de los temores sobre la calidad del agua, las autoridades realizaron varias pruebas que confirmaron niveles bacteriológicos seguros para la competencia. Sin embargo, atletas como la china Xinyu Lin y la italiana Verena Steinhauser expresaron preocupación por posibles enfermedades resultantes del contacto con el agua. El atleta estadounidense Seth Rider bromeó sobre su preparación para enfrentar la bacteria E. coli, aunque luego aclaró que sus comentarios no debían tomarse en serio.
En cuanto a los resultados, el británico Alex Yee ganó el oro en el triatlón masculino, mientras que Cassandre Beaugrand de Francia se llevó la medalla de oro en la carrera femenina. Beaugrand expresó confianza en la seguridad del Río Sena, recordando que el año anterior nadaron en el mismo río sin problemas de salud. Con los triatlones concluidos, la atención se centra ahora en el maratón de natación programado para los días 8 y 9 de agosto, donde se espera que las condiciones del agua sigan siendo un punto crucial de consideración.
