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Cannes rinde homenaje a “Amores perros” en su 25 aniversario: “Nos cambió la vida”
Gael García Bernal, visiblemente conmovido, rompió en llanto al tomar el micrófono: “Me prometí que iba a empezar a llorar cuando empezara la película y no ahora. Uno ya está grande”, dijo entre aplausos, y luego agradeció a Iñárritu: “Me cambiaste la vida, cabrón”.
El Festival de Cannes rindió este martes un emotivo homenaje a Amores perros, la ópera prima de Alejandro González Iñárritu, en el marco de su 25 aniversario. La película, considerada una revolución en el cine mexicano, fue proyectada como parte de la sección Cannes Classics, dedicada a obras que marcaron un antes y un después en la historia del séptimo arte.
Previo a la función, Iñárritu y el actor Gael García Bernal compartieron recuerdos y reflexiones sobre el impacto que tuvo el filme en sus vidas y carreras. “Definitivamente nos cambió la vida a todos los que hicimos la película. Fue un acto colectivo”, expresó el cineasta, quien años después se consagraría con dos premios Oscar por Birdman y The Revenant.
El director recordó con asombro que han pasado 25 años “en un abrir y cerrar de ojos” desde que Amores perros debutó en la Semana de la Crítica de Cannes en el año 2000. Subrayó que en aquella época era casi imposible para un joven mexicano hacer cine, y mucho menos entrar a un festival internacional. Sin embargo, la cinta marcó un punto de inflexión, abriendo puertas para una generación de cineastas nacionales, como Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.
Gael García Bernal, visiblemente conmovido, rompió en llanto al tomar el micrófono: “Me prometí que iba a empezar a llorar cuando empezara la película y no ahora. Uno ya está grande”, dijo entre aplausos, y luego agradeció a Iñárritu: “Me cambiaste la vida, cabrón”.
El homenaje fue presentado por Thierry Frémaux, director del Festival, quien definió la película como una “explosión” que trascendió fronteras. “Amores perros ya es un clásico, no solo del cine mexicano, sino del cine mundial”, afirmó.
La restauración del filme en 2019 permitió su regreso a Cannes, ahora como obra consagrada que cambió para siempre la percepción del cine latinoamericano.