Este 2 de noviembre celebramos y recordamos a los que se nos adelantaron en el camino pero permanecen en nuestro corazón y mente, en México se acostumbra la instalación de un altar de muertos del cual destaca debe ser de 7 niveles, pero, ¿En qué orden deben ir las ofendas a nuestros difuntos?.
La tradición señala que en el primer nivel se debe colocar la imagen del santo al que se es devoto, en el segundo nivel se dedica a las ánimas del purgatorio y sirve para que el difunto pueda tener permiso para salir.
En el tercero se coloca sal y es para que se purifique el espíritu y no se corrompa; para el cuarto nivel va el pan de muerto y representa la eucaristía, (trata de un ritual donde los representantes consumen pan y vino haciendo énfasis en la última cena, y que consideran que canaliza la gracia divina).
Para el quinto nivel se dedica la comida y fruta que en vida eran las favoritas del difunto, en el sexto nivel se coloca la imagen del ser querido a quien se dedica el altar.
En el séptimo nivel se coloca una cruz ya sea de semillas o fruta para que el difunto pueda expiar sus culpas.
