En la inauguración del Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia, celebrado en Trujillo, Cáceres, el rey Felipe VI hizo un llamado al respeto y a la amistad para abordar cualquier discrepancia dentro de la comunidad iberoamericana, a la que definió como “una unidad en la diversidad”. El monarca destacó la importancia de trabajar sobre las afinidades compartidas para construir un futuro con mayores oportunidades.
Felipe VI también subrayó el papel del rigor científico en la interpretación de la historia, sin prejuicios ni intereses, como una vía para el entendimiento mutuo. Expresó su agradecimiento a la Real Academia de la Historia por fomentar la colaboración con las Academias de América Latina, generando un espacio para el diálogo y el fortalecimiento de los lazos entre países.
El discurso cerró con versos del poeta Octavio Paz, utilizados por el rey para ilustrar el espíritu de hermandad cultural entre las naciones iberoamericanas: “Saber partir el pan y repartirlo, el pan de una verdad común a todos”.