El ejército de Israel confirmó este martes el lanzamiento de cerca de 200 misiles desde Irán, en una escalada significativa del conflicto en la región. Este ataque se produjo tras una advertencia de Estados Unidos sobre una posible ofensiva, horas antes de que las alarmas de misiles se activaran en ciudades como Jerusalén y Tel Aviv, donde un proyectil impactó en un inmueble. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó a la población a seguir las directrices de seguridad ante lo que calificó como un “inminente ataque” y aseguró que las tropas están preparadas para cualquier ofensiva aérea.
La Guardia Revolucionaria de Irán reivindicó el ataque, afirmando que fue una represalia por el asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, ocurrido el pasado sábado en Beirut durante un bombardeo israelí. El comunicado iraní advirtió que, en caso de que Israel responda militarmente, habrá una “respuesta aplastante” por parte de Teherán. Las incursiones israelíes se intensificaron en el sur de Líbano, donde las tropas continúan enfrentándose a combatientes de Hezbolá en medio de fuertes combates.
Este ataque representa una de las mayores escaladas del conflicto desde el 7 de octubre, lo que genera preocupación a nivel internacional por el riesgo de una guerra más amplia en la región. Mientras tanto, las autoridades israelíes han reforzado las medidas de seguridad en todo el país, mientras las tensiones entre Irán e Israel alcanzan niveles críticos.
