En los últimos días, decenas de monos aulladores han muerto en Tabasco debido a las extremas temperaturas que afectan la región. Según la organización Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius), al menos 83 monos han fallecido desde el 5 de mayo, aunque se teme que la cifra real pueda superar los 100. Estos animales han sucumbido a la deshidratación, un hecho que ha sido corroborado por organizaciones ambientalistas, autoridades y pobladores locales.
El Gobierno de Tabasco ha ofrecido datos diferentes, confirmando oficialmente solo la muerte de cuatro primates. Entre estos, se incluye un bebé encontrado en la ranchería Oriente Primera Sección, de Comalcaco, y tres monos más en el ejido Chonita, del municipio de Cunduacán. Esta discrepancia en las cifras ha generado preocupación y debates sobre la magnitud real de la crisis.
En respuesta a la situación, las autoridades tabasqueñas se han coordinado con biólogos y médicos veterinarios de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), la reserva ecológica Yumká y la Clínica Veterinaria Juniors. Juntos, han formado una brigada dedicada al rescate y auxilio de los monos aulladores en la región, con el objetivo de mitigar el impacto de las altas temperaturas y salvar a los primates en peligro.