Los hijos del narcotraficante, Joaquín “Chapo” Guzmán, se deslindaron de las acusaciones lanzadas por la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), que recientemente los consideró responsables en el tráfico de fentanilo hacia el país vecino.
El medio de comunicación elegido por los herederos de Guzmán Loera fue una carta, misma en la que señalaron que son víctimas de la fama de su nombre.
“La agencia antidrogas del país más poderoso del mundo anunció cargos en nuestra contra por importación y venta de fentanilo. La fama de nuestro nombre alcanzó una posición insospechada. Nunca hemos trabajado con fentanilo. Sin embargo, en Sinaloa sí abundan quienes lo trabajan”, se lee en la misiva.
“Desgraciadamente, el nombre Joaquín Guzmán Loera, conocido comúnmente como ‘Chapo’ Guzmán, se ha vuelto famoso internacionalmente”, lamentaron.
En otro punto, los Guzmán se deslindaron de algunas acciones, por ejemplo, del asesinato de un agente de policía, a quien presuntamente se lo dieron de comer a un tigre.
Finalmente, expresaron su lamentación por no haber podido llevar una vida normal debido a las actividades en las que participó su padre, quien actualmente cumple cadena perpetua en una prisión de Estados Unidos.
“Nadie puede elegir su cuna. Quisimos elegir una cuna distinta con buenos estudios, lo cual nos fue negado en su tiempo a causa de la cacería hacia nuestro padre”, apuntaron.