Un niño de 10 años, Dakota Levi Stevens, murió después de que su madrastra, Jennifer Lee Wilson, de 154 kilos, se sentara sobre él como castigo, provocándole asfixia en su hogar en Valparaíso, Dakota, Estados Unidos. Wilson utilizó este método para “controlar el comportamiento” del menor, quien previamente había intentado escapar a casa de un vecino. Mientras el niño gritaba y lloraba, Wilson intentó contactar a su trabajador social, pero dejó de moverse y respirar antes de que pudiera recibir ayuda.
La situación se agravó cuando Dakota dejó de responder y se puso pálido, lo cual fue captado por una cámara de timbre y analizado por las autoridades. La policía y los servicios de emergencia encontraron al niño débil pero vivo, y fue trasladado en helicóptero a un hospital en South Bend, donde falleció dos días después. El forense local determinó que la causa de la muerte fue asfixia mecánica, señalando que Wilson estuvo encima del niño durante aproximadamente cinco minutos.
Las investigaciones revelaron que Dakota había intentado escapar para pedir ayuda a un vecino, alegando que era maltratado por sus padres. Wilson fue arrestada y podría enfrentar hasta seis años de cárcel si es declarada culpable de homicidio imprudente.