Tras su detención sobre una carretera en Cuautitlán Izcalli, el actor Octavio Ocaña fue sometido y ejecutado, reveló un peritaje independiente solicitado por la familia.
El criminalista Mauricio Reséndiz detectó irregularidades en la narración de los hechos dada a conocer por la fiscalía general de Justicia del Estado de México (FGJEM).
De acuerdo con el peritaje independiente “no existen indicios de huellas” que determinen que Octavio Ocaña accionara o manipulara el arma calibre .380 con la que, según se dijo en un inicio, se disparó.
Tampoco se halló “producción e intercambio de indicios de carácter químico” que establezcan que el actor accionara cualquier arma el día en que murió.
La Fiscalía mexiquense aseguró que Ocaña portaba un arma de fuego cuando policías de Cuautitlán Izcalli le marcaron el alto y que al intentar evadirlos chocó sobre la Chamapa-Lechería, impacto por el cual se disparó de manera accidental en la cabeza y murió.
Sin embargo, el nuevo análisis pericial concluyó que el joven de 22 años “no realizó ninguna acción tendiente al suicidio”.
Respecto a los impactos de bala en la camioneta en la que viajaba el perito determinó que se realizaron con un calibre superior a la pistola calibre .380 implicada en los hechos.
Mauricio Reséndiz resolvió que Octavio Ocaña fue bajado de la unidad y sometido en el piso con la cara hacia el lado derecho, para acto seguido, recibir un disparo en el cráneo a una distancia de poco más de un metro.
“Es lesionado por un proyectil disparado al exterior del vehículo cuando se encontraba en posición decúbito ventral con su cabeza lateralizada hacia la derecha y sobre un costado de la carpeta asfáltica”, dice el peritaje.
Octavio Ocaña, famoso por su papel de “Benito” en la serie Vecinos, murió la tarde del 29 de octubre de 2021 a consecuencia de un disparo en la cabeza y tras chocar al ser perseguido por policías de Cuautitlán Izcalli.
De acuerdo con la Fiscalía del Edomex el joven de 22 años aceleró la marcha cuando policías de Cuautitlán Izcalli le marcaron el alto por conducir con un arma de fuego en la mano, hecho que había sido reportado al 911.
La persecución se extendió hasta la Chamapa-Lechería, donde Octavio Ocaña perdió el control de su camioneta, chocó y producto del impacto se disparó accidentalmente en la cabeza.