En un histórico discurso en el United Center de Chicago, Kamala Harris aceptó la candidatura demócrata a la presidencia de Estados Unidos, prometiendo frenar el caos dejado por Donald Trump y abrir un nuevo capítulo en la historia del país. Harris, quien se convirtió en la primera mujer de raza negra en obtener esta candidatura, criticó duramente el historial de su rival, calificándolo de peligroso para la nación.
Durante su discurso, Harris destacó la importancia de las elecciones del 5 de noviembre, señalando que en ellas se decidirá el futuro del país. Además, reiteró su compromiso con la defensa de Ucrania y los aliados de la OTAN, así como su apoyo a Israel en el conflicto en Gaza, subrayando su intención de trabajar por la paz y la seguridad en la región.
Al final de su intervención, acompañada por su esposo Doug y su compañero de fórmula Tim Walz, Harris recibió el respaldo del público mientras cien mil globos de colores caían desde el techo del estadio, simbolizando el inicio de su campaña hacia la presidencia.
